Si te diagnosticaron apnea del sueño, es muy probable que el médico te haya indicado empezar tu terapia con un dispositivo CPAP, un APAP o un BiPAP.
Cada uno trabaja de manera diferente y ofrece beneficios específicos según lo que necesitas. Entender por qué te recomendaron un modelo en particular te ayuda a asumir el tratamiento con más tranquilidad, usarlo correctamente y darle una oportunidad para mejorar tu descanso y tu salud.
¿Qué es la terapia PAP?
La terapia PAP funciona enviando un flujo de aire a presión que mantiene abiertas tus vías respiratorias mientras duermes. Esa función la comparten tres tipos de equipos: CPAP, APAP y BiPAP.
La terapia PAP emplea un generador que toma aire del ambiente, lo filtra y lo envía a una mascarilla colocada en tu nariz o en nariz y boca.
Ese aire presurizado impide que los tejidos de la garganta colapsen cuando tus músculos se relajan durante el sueño profundo o la fase REM. Así mantienes un flujo respiratorio continuo, previenes pausas respiratorias y sostienes un nivel adecuado de oxígeno en tu cuerpo.
Al estabilizar tu respiración, la PAP ayuda a reducir apneas e hipopneas, mejora la oxigenación y promueve un descanso más reparador.
Cada modalidad ofrece un modo distinto de administrar la presión, por lo que el equipo que te indicó el médico depende de las características de tu apnea y de tus necesidades clínicas individuales.
¿Para quién se indica un CPAP?
El CPAP es un dispositivo que trabaja con una presión fija y continua durante toda la noche. Su mecanismo se basa en mantener un nivel de presión continuo desde el momento en que lo enciendes hasta que lo apagas, sin cambios entre la inhalación y la exhalación.
El equipo se configura con una presión terapéutica determinada por tu médico tratante. Una vez configurado, el CPAP mantiene la misma presión durante todo el tiempo de uso, lo que lo hace un equipo predecible y sencillo de manejar.
Los médicos indican el uso de un CPAP en los siguientes casos:
- Pacientes con apnea obstructiva del sueño leve a moderada, cuya vía aérea se cierra durante la noche y mejora con una presión fija que la mantiene abierta.
- Pacientes que respiran bien con una sola presión, yno necesitan un nivel distinto al inhalar y exhalar porque pueden hacerlo cómodamente con el mismo valor.
- Usuarios que buscan un equipo sencillo de operar, yque prefieren una terapia fácil de usar, con un dispositivo que mantiene un solo ajuste durante toda la noche.
- Uso clínico en emergencias respiratorias: puede indicarse para pacientes con dificultad respiratoria aguda, ya que la presión positiva ayuda a mejorar la entrada de aire y disminuye el esfuerzo al respirar.
¿Para quién se indica un APAP?
El APAP es un dispositivo que opera con una presión variable dentro de un rango programado. A diferencia de un equipo con presión fija, el APAP analiza continuamente tu respiración y ajusta la presión en tiempo real para ofrecer el nivel exacto que necesitas en cada momento.
Su sistema reconoce señales que muestran que tu vía aérea empieza a cerrarse, y comienzas a recibir un menor flujo de aire o tienes dificultad para respirar. Cuando detecta estos cambios, sube la presión para evitar una obstrucción. Si nota que tu respiración va bien, la baja para que la terapia sea más cómoda.
De esta forma, el APAP se adapta a ti durante toda la noche sin que tengas que hacer ningún ajuste.
El médico suele indicar el uso de un APAP en los siguientes casos:
- Apnea obstructiva del sueño con fluctuaciones en los requerimientos de presión, cuando el soporte necesario cambia durante la noche.
- Patrones respiratorios influenciados por la postura, especialmente si duermes parte de la noche boca arriba y parte de lado, lo que modifica el comportamiento de la vía.
- Pacientes que presentan eventos más frecuentes en ciertas fases del sueño, donde la intensidad del soporte debe ajustarse sin interrupciones.
- Personas con variaciones nocturnas por congestión nasal, alergias o cambios temporales, que necesitan más presión en ciertos momentos y menos en otros.
- Casos donde se busca evitar una presión fija más alta, ya que el APAP puede mantener niveles bajos la mayor parte del tiempo y elevarlos solo cuando es necesario.
- Personas que buscan un ajuste continuo sin requerir intervenciones frecuentes, pues el equipo regula el nivel de presión sin necesidad de recalibraciones manuales.
¿Para quién se indica un BiPAP?
El BiPAP es un equipo que trabaja con dos presiones diferentes, una más alta al inhalar y otra más baja al exhalar.
Esta configuración facilita el movimiento del aire y hace que la respiración sea más cómoda, especialmente cuando se necesita un mayor apoyo para inhalar sin esfuerzo.
Su sistema reconoce el inicio de cada inhalación y exhalación en tiempo real y ajusta la presión de inmediato, logrando un cambio suave entre ambas fases y una respiración más fluida.
Algunos modelos también pueden iniciar una inhalación cuando detectan una pausa respiratoria, ofreciendo un nivel de asistencia más completo para mantener un ritmo respiratorio adecuado.
A diferencia del APAP, que solo modifica una presión dentro de un rango, el BiPAP maneja dos presiones independientes y puede brindar apoyo activo al esfuerzo respiratorio, lo que lo convierte en un dispositivo tecnológicamente más sofisticado.
El médico recomienda el uso de un CPAP en los siguientes casos:
- Apnea del sueño con necesidad de presiones elevadas, ya que el BiPAP permite que la exhalación sea más cómoda aun con niveles altos de presión.
- Pacientes con respiración nocturna limitada por esfuerzo, cuando exhalar contra una presión constante genera incomodidad o fatiga.
- Casos que presentan hipoventilación durante el sueño, donde se requiere un nivel adicional de asistencia para mantener un volumen respiratorio adecuado.
- Apnea central o patrones respiratorios inestables, especialmente cuando el equipo debe intervenir si tu esfuerzo respiratorio disminuye o se detiene.
- Personas con enfermedades pulmonares o cardiacas asociadas, como EPOC o insuficiencia cardiaca, que necesitan una diferencia clara entre los niveles de presión para facilitar la mecánica respiratoria.
- Pacientes con alteraciones neuromusculares, donde los músculos encargados de la respiración tienen menor capacidad para generar ciclos profundos y constantes.
- Usuarios que presentan sensación de bloqueo al exhalar con un CPAP o APAP, ya que el BiPAP reduce ese esfuerzo al bajar la presión en la fase respiratoria.
¿Cómo decide tu médico qué equipo necesitas?
Tu médico define qué tipo de dispositivo PAP necesitas a partir de los resultados de tu polisomnografía. En este estudio se observa cómo respiras durante la noche, cuántas pausas tienes, si tu vía aérea se cierra continuamente o de manera irregular y qué nivel de presión es necesario para mantenerla abierta.
Luego, con el estudio de titulación, el especialista prueba diferentes niveles de presión para ver cómo responde tu respiración y qué modalidad controla mejor tus pausas. Con estos datos determina si necesitas una presión fija, un ajuste automático o un soporte distinto para inhalar y exhalar.
Además de las mediciones técnicas, tu médico también toma en cuenta cómo te sentiste durante la prueba, qué tan cómoda te resultó cada modalidad y si tienes alguna otra enfermedad que pueda afectar tu capacidad para mantener una respiración profunda y estable.
Con todo eso, decide qué dispositivo, ya sea un CPAP, APAP o BiPAP es el más adecuado para ti. El objetivo es darte un equipo que realmente se ajuste a tu respiración y te ayude a dormir con mayor seguridad y descanso.
La decisión sobre si necesitas un CPAP, un APAP o un BiPAP la toma tu médico con base en los resultados de tus estudios del sueño y evaluación clínica. No es una elección que dependa de tus preferencias personales.
El especialista analiza tus pausas respiratorias, tus niveles de oxígeno, tu esfuerzo al inhalar y exhalar, y cualquier otra enfermedad que pueda influir en tu respiración nocturna. Con esa información, determina cuál dispositivo te puede ayudar a respirar adecuadamente al dormir.
Tu responsabilidad es usar el equipo con constancia, vigilar que funcione correctamente y comunicar a tu médico cualquier molestia para ajustar la terapia cuando sea necesario.
Si viajas con frecuencia, considera hablar con tu médico sobre la opción de adquirir un CPAP portátil para viajes, que puede facilitarte seguir con tu tratamiento sin interrupciones.
Cuando mantienes la terapia todos los días, duermes con más estabilidad, recuperas energía y proteges tu salud a largo plazo.