Sobrepeso y obesidad son riesgos de hipertensión en las personas

La obesidad quita la fuerza en los músculos

El jefe de la Secretaría de Enseñanza Clínica, Internado y Servicio Social de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de Méxcio (UNAM) alertó por la ausencia de síntomas entre quienes padecen la afección.

Con motivo del Día Mundial de la Hipertensión, este 17 de mayo, recomendó aprovechar cualquier oportunidad para tomarse la presión arterial, pues identificar a tiempo el mal puede evitar muchos problemas y además alargar la esperanza de vida.

Quienes tienen conocimiento de ser hipertensos deben asegurarse de la eficacia de los fármacos para controlar su presión sanguínea. “No basta tomar la medicina, porque una puede funcionar en unos pacientes y en otros no”, expuso en un comunicado.

Una vez que se logra controlar la presión arterial, recomendó mantener la medicación de por vida. Incluso, en algunas ocasiones es necesario cambiarla o aumentarla, porque podría dejar de ser efectiva. “No hay que suspenderla ni probar qué pasa si no la tomo”.

Lifshitz refirió que la hipertensión es un signo de mala regulación de los sistemas de manejo de la presión arterial. Se define como una presión mayor a 140, la sistólica, o a 90, la diastólica.

“En la actualidad se pretende bajar ese límite a 130/80, porque las personas que tienen una de 140/90 ya presentan algún riesgo”.

En el 80 u 85 por ciento de los casos se desconocen las causas que originan el mal aunque hay muchas especulaciones, está relacionada con el estrés de la vida cotidiana, con la alimentación, la sal que se consume, “pero a ciencia cierta no lo sabemos”. A ésta se le llama hipertensión arterial esencial.

En algunos casos, los menos, sí se puede identificar una causa subyacente. Si hay un tumor en la suprarrenal o un defecto en los riñones, uno de los síntomas es la presión alta.

Afecta a hombres y mujeres casi por igual, habitualmente se identifica en la tercera década de vida, con una frecuencia de uno por cada tres individuos, y se incrementa entre la gente mayor de 50 años, a uno por cada dos.

Bajo un criterio estadístico, se podría decir que es “normal” tener la presión alta, pero no en cuestión de salud pues puede tener riesgos y consecuencias graves, aclaró el médico internista.

También se presenta en niños, pero no todos los pediatras o médicos que revisan a los menores acostumbran tomarles la presión dado que se requiere un aparato especial, y si se descubre y trata en forma apropiada evitará muchos problemas en la edad adulta.

Alberto Lifshitz expuso que para el tratamiento se cuenta con medidas no farmacológicas que no siempre son eficaces, por ejemplo, reducir la sal en la alimentación. “Lo que sí sirve es bajar de peso”.

En cuanto a los medicamentos, dijo que gran cantidad de ellos, casi un centenar, permite a los enfermos reducir la presión. A algunos no les basta sólo uno, necesitan dos o cinco de forma simultánea, abundó.

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