Mejora tus hábitos alimenticios

A la mayoría de las personas nos cuesta cambiar nuestros hábitos alimenticios porque, erróneamente, pensamos que es un gran sacrificio y debemos dejar de comer lo que más nos gusta, eso nos hace mantenernos estresados, frustrados y ansiosos.

Lo aconsejable es ir paso por paso, hacer un cambio pequeño día con día, por ejemplo empecemos a tomar un vaso más de agua o servirnos más porción de verdura. Esto a la larga nos creará un hábito que será un beneficio para nuestra salud.

 

Empieza tu día tomando un vaso grande de agua. No importa si es agua tibia o con jugo de limón. Cuando tomas agua por las mañanas activas tu metabolismo y tus órganos digestivos. Te revitaliza porque te despierta, despeja tu mente, hidrata tu cuerpo, regula tu intestino y te ayuda a ir al baño.

Nunca  te saltes el desayuno. Aunque se te haga tarde por la mañana, haz el esfuerzo de desayunar, y no empezar tu día con el estómago vacío. Desayunar acelera el metabolismo y activa tu cerebro, por lo tanto captas mejor las ideas. Estudios demuestran que los que desayunan sufren de menos atracones. Desayuna alimentos con proteína y fibra y trata de no comer azúcar y si puedes empieza desde esa hora del día a consumir verdura.

No tiene nada de malo “botanear” entre comida, siempre y cuando sean alimentos nutritivos y fuente de proteína. Si comienzas a sentir hambre después de la hora de desayuno o en la comida, no recurras a carbohidratos, mejor come un poco de semillas como nueces, almendras y cacahuates o un vaso de jícama y pepino fresco, también puedes comer gelatina baja en azúcares que te ayudarán a no meter más calorías innecesarias en tu cuerpo y complementarán las 5 comidas que necesitas consumir en un día.

De la vista nace el amor, y también, la saciedad; usa platos más pequeños en tus comidas. Estudios científicos comprueban que al comer de platos grandes el cerebro lo interpreta como muy poca comida y por lo tanto no te llenan y necesitas servirte más, de lo contrario, con un plato más chico lograrás el efecto contrario. Además que es una menor ingesta de alimentos y por lo tanto menos calorías a tu cuerpo.

Es cierto que comer en exceso es malo pero también no comer nada es grave para tu salud. Hay una frase que dice “ni mucho, ni poco” y eso es aplicable a la hora de la comida. Cuando no te alimentas bien tu metabolismo se a lenta y el organismo empieza a retener grasa, lo que provoca que engordes. Así que antes de comer demasiado o saltarte la comida piénsalo dos veces.
Como ves llevar una vida saludable no es tan difícil como imaginamos, sin embargo, tampoco es un proceso que se pueda dar de la noche a la mañana, pero dar estos pasos te llevará por una vida más saludable.

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