Dejar el pañal no es fácil pero puedes ayudar a tu hijo a lograrlo en 7 pasos

Primero que nada debemos tomar en cuenta que dejar el pañal no es una cuestión de edad, sabemos que inevitablemente muchas mamás platican los triunfos de sus hijos, eso está muy bien, nadie puede evitar sentirse como “mamá gallina” cuando alcanzan metas sin embargo debemos evitar las comparaciones eso no le ayuda en nada.

 

De acuerdo con la filosofía de María Montessori que se basa principalmente en conseguir la autonomía del niño respetando su proceso y ofreciéndole un entorno adaptado y preparado para que pueda lograrlo, te presentamos 7 sencillos pasos para que tu hijo pueda dejar el pañal:

  • Preparar el ambiente: es importante tener todo lo necesario y al alcance de su mano, para que se sienta cómodo: su asiento u orinal, papel de baño, calzones o pañal de entrenamiento, un banco o escalón donde pueda subirse para alcanzar el lavabo y libros o cuentos. Así cuando sienta ganas lo podrá solucionar solo y no depende de ti.

 

  • Deja que se incomode: procura que utilice pañales o calzones que no absorban tanto de esa manera podrá experimentar el mantenerse incómodo por la humedad  y así podrá darse cuenta cuando te pida que lo cambies.

 

  • Quitar y poner fácil: si lo vistes de manera cómoda pero sobre todo con prendas que sean fáciles de quitar y poner le ayudarás mucho en este proceso. Usar shorts, faldas, pants es mucho más fácil que con ropa d mezclilla.

 

  • Involucralo: cuando tú vayas al baño invítalo para que te observe, estamos seguros de que ya lo ha hecho antes ya que desde que te convertiste en madre la intimidad a ese nivel ya la has perdido.

 

  • Respeta sus tiempos: debes aprender a respetar sus tiempos y acompañarle en este proceso que completamente natural y en cada niño es diferente.

 

  • No lo obligues: sentarlo en el baño sin que tenga ganas podría tomarlo como un castigo, mejor en lugar de obligarlo, es preferible que le preguntes constantemente si necesita hacer del baño y debes estar pendiente de sus gestos.

 

  • Crea rutinas: cuando veas que tu pequeño está preparado crea rutinas, el cuerpo es muy sabio y actúa como reloj. Si a ti como adulto te funcionan por qué a tu hijo no.

 

Apóyalo durante este proceso, no lo regañes ni castigues si tiene una fuga, se trata de accidentes que a menudo  le pasarán hasta que logre dominarlo del todo.
Olvídate de plantearse como un reto que pueden conseguir en unos días, si, hay niños que en dos días lo consiguen y otros se tardan mucho más. No existen métodos para lograrlo en días, esto tiene que ver con la maduración de cada niño y del momento emocional por el que esté pasando.

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